martes, 2 de octubre de 2007

Días raros II

Clases de cincuenta y cinco minutos eternos.
Sólo veinte para comer.
Escuela de Idiomas...gente nueva...y un "hasta el lunes"
Deberes, deberes, deberes, deberes...(conclusión: muchos deberes)
Páginas interminables subrayadas...más y más (conclusión: mucho que estudiar)
Gente pesada y "peque-niños" sueltos por el instituto.
Suspiro tras suspiro.
Aburrimiento, y un largo "jooooooo" cada vez que llega a clase un profesor.
Todo manga por hombro.
Bajones, quejas, todo sin aparente solución.
Un gran "mono" de internet, echo de menos mi S. Google [!]

A esto sí que se le llama empezar el curso...

4º de la ESO, ¿por qué me acoj*** cada vez que los profesores repiten que no podemos suspender ninguna? siempre se suele decir eso de "yo soy buena estudiante, peroooo..."

2 comentarios:

Alberto Chilet Rumí dijo...

me juego lo que quieras a que no suspendes ninguna!! tu eres capaz de todo!! y creeme en segundo de bachiller te asustaran más ya verás! pero todo se saca con esfuerzo. Besos maria estoy leyendo tu relato ya te dire cuando termine!

Anónimo dijo...

Me parece normal que los adolescentes estén perdidos. En un mundo más cambiante que nunca, y con su personalidad aún formándose, es complicado saber qué referentes seguir en esa etapa entre la infancia y la edad adulta. Habrá algunos que tengan las cosas claras y sepan cuál es su camino y acaben consiguiendo las metas que se propusieron. Pero la mayoría están confusos y buscan la evasión de un mundo al que aún no se han acoplado. Te lo dice un adolescente treintañero.
Y no te agobies por los estudios, al final es una carrera de fondo y, cuando pasen diez años, verás que no pasaba nada por repetir un curso. Lo importante es no rendirse.